El proyecto se desarrolló como ejercicio de curso de Proyectos V (arquitectura UAH) junto con el csoa La Tabacalera de Lavapies, con el fin de llevar un espacio de ensayo y finalmente el comedor a unas condiciones sonoras adecuadas.
Zona de ensayo
Después de ver en la situación en la que se encontraba el espacio a tratar, decidimos tomar las siguientes decisiones de proyecto:
- evitar los ángulos rectos o menores de 90º en los que se generan nudos de graves.
- evitar los paralelismos, tanto en el plano horizontal (suelo-techo) como en el vertical (paredes) que produjesen la potenciación indeseada de frecuencias o su completa anulación.
- evitar las paredes desnudas que reflejan en un alto porcentaje las ondas sonoras.
Respecto al plano vertical, proponemos una serie de pantallas sonoras, a base de tubos de cartón forrados de moqueta de distintos colores, con las que crear un subespacio dentro del propio local. De esta manera conseguimos, además, crear un límite entre la zona de ensayo y el espacio en el que se dispone y baila el público asistente a éste.
Al mismo tiempo, las mamparas se disponen atendiendo a las condiciones de relación visual entre músicos y público asistente de tal manera que no se rompa por completo la relación entre ambos.
En el caso de las mamparas verticales, estas se configuran atendiendo a la mayor difusión de la reverberación posible. Están dispuestas de tal manera que parte del sonido sea proyectado hacia la zona del público, facilitando la labor de los músicos y permitiendo una mejor audición de la música a los asistentes.
En cuanto al plano horizontal, se plantea crear un falso techo con una geometría que actúa de difusor del sonido y de la reverberación excesiva, al mismo tiempo que reduce el volumen del espacio de ensayo.
A la hora de configurar las mamparas verticales, se crean tres tipologías (15-25 cm de separación) con el objetivo de cubrir un mayor rango de frecuencias a absorber. Dado que la frecuencia de la voz humana va de 82 a 1056 Hz, la longitud de onda mayor sería de 30 cm, de ahí la separación de los tubos. Así mismo utilizamos moqueta para la absorción de estas ondas, ya que tiene uno de los mayores grados de absorción como material a emplear (16 dB).
Comedor
El comedor era un espacio completamente diáfano, con paramentos muy 'brillantes' en lo que al rebote del sonido se refiere y en el que se genera un gran exceso de reverberación cuando se producen conversaciones solapadas. Es, por lo tanto, un espacio ideal para poner en práctica el sistema proyectado.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, replanteamos el proyecto dadas las nuevas características geométricas del espacio, generando nuevos tipos de cortinas de tubos en torno a los huecos (inexistentes en el espacio anterior). Además nos enfrentamos a nuevos problemas constructivos como la altura de la sala, los pasos, ventanas, y la imposibilidad de anclaje al falso techo.
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