4 de noviembre de 2011

desarrollo del proyecto

El proyecto se desarrolló como ejercicio de curso de Proyectos V (arquitectura UAH) junto con el csoa La Tabacalera de Lavapies, con el fin de llevar un espacio de ensayo y finalmente el comedor a unas condiciones sonoras adecuadas.

Zona de ensayo

Después de ver en la situación en la que se encontraba el espacio a tratar, decidimos tomar las siguientes decisiones de proyecto:

  1. evitar los ángulos rectos o menores de 90º en los que se generan nudos de graves.
  2. evitar los paralelismos, tanto en el plano horizontal (suelo-techo) como en el vertical (paredes) que produjesen la potenciación indeseada de frecuencias o su completa anulación.
  3. evitar las paredes desnudas que reflejan en un alto porcentaje las ondas sonoras.

Respecto al plano vertical, proponemos una serie de pantallas sonoras, a base de tubos de cartón forrados de moqueta de distintos colores, con las que crear un subespacio dentro del propio local. De esta manera conseguimos, además, crear un límite entre la zona de ensayo y el espacio en el que se dispone y baila el público asistente a éste.
Al  mismo tiempo, las mamparas se disponen  atendiendo a las  condiciones de relación visual entre músicos y público asistente de tal manera que no se rompa por completo la relación entre ambos.
En  el  caso  de  las mamparas  verticales,  estas  se  configuran atendiendo  a  la  mayor  difusión  de  la   reverberación  posible. Están  dispuestas  de  tal   manera  que  parte  del  sonido   sea proyectado  hacia la  zona del público, facilitando la labor de los músicos y  permitiendo  una mejor  audición  de la música a  los asistentes.
En cuanto al plano horizontal, se plantea crear un falso techo con una geometría que actúa de difusor del sonido y de la reverberación excesiva, al mismo tiempo que reduce el volumen del espacio de ensayo.
A la hora de  configurar las  mamparas verticales, se  crean tres tipologías (15-25 cm de separación) con el  objetivo de cubrir un mayor  rango de  frecuencias  a absorber. Dado que la frecuencia de la voz humana va de 82 a 1056 Hz, la longitud de onda mayor sería de 30 cm, de ahí la separación de los tubos. Así mismo utilizamos moqueta para la absorción de estas ondas, ya que tiene uno de los mayores grados de absorción como material a emplear (16 dB).

Comedor

El comedor era un espacio  completamente diáfano,  con paramentos  muy 'brillantes'  en lo  que al rebote del  sonido  se  refiere  y   en  el  que  se  genera  un   gran  exceso   de reverberación cuando se  producen conversaciones solapadas.  Es, por lo tanto, un espacio ideal para poner en práctica el sistema proyectado.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, replanteamos el proyecto dadas las nuevas características geométricas del espacio, generando nuevos tipos de cortinas de tubos en torno a los huecos (inexistentes en el espacio anterior). Además nos enfrentamos a nuevos problemas constructivos como la altura de la sala, los pasos, ventanas, y la imposibilidad de anclaje al falso techo.

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